La EXPLORER, la multiherramienta que por años complementa mi configuración EDC

Hay experiencias que, aún a los más cinicos nos reafirma la fe en la humanidad, esta historia es una de esas.

Durante una cotidiana visita al supermercado, tras ver mi bulto Wenger, lleno de entusiamo mi carnicero de confianza me dijo: «yo tengo una navaja de esas».

Cuando la sacó resultó que era mi Explorer. La misma navaja que perdí unos cinco meses antes durante unos de eso días de gestiones y reuniones.

Le pregunté, tras decirle que era mi navaja perdida, dónde la consiguió. Me dijo que se la había regalado su novia, que también trabaja en el mercado.

En fin que no pudiendo probar que era mi navaja, con dolor en el alma, lo dejé allí y no se habló más del asunto.

Sin embargo para mi sorpresa, durante mi visita al mercado el día siguiente me dijo que la novia le confirmó que sí, era una navaja que habían encontrado limpiando el mercado y que tras tres meses en el cajón de las cosas encontradas, como la iban a botar, ella la rescató.

Así y en un acto de caballerosidad y honestidad, sacó el filo y me lo devolvió.

Movido por la acción, recibí mi EXPLORER personalizada con humildad y con un taco en la garganta.

Sin embargo, ante la alegría que me causó rescatar la navaja que llevé a diario por mas de 4 años, y pensando en el entusiasmo original con que el carnicero me enseño «su navaja», saqué la EXPLORER nueva que había comprado para sustituirla la personalizada y se la regalé.

Después de todo, esta afición de coleccionar filos, no solo se trata de coleccionar navajas. Se trata de acumular amistades y compartir experiencias.

¡SALUD Y RESISTENCIA!