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El Blog de Gary Gutiérrez

Observador social, iconoclasta aspirante a ácrata, apóstata, comantenedor del programa @tempranopr de http://www.pab550.com, y barbicuero de patio

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parrilla

Cheeseburger: carne de res y cerdo, terminado con zetas fresca, queso cheddar y mayonesa…


Blade Steak, medium rear… ¡al punto!


California steak acompañado de arroz con gandules, calabacín verde y pimientos a la parrilla… Y ahora la siesta dominical.


Chuck steak «sellado inverso»… pa’ «fajitas»


Recién, solo por experimentar, le pedí a Olivera mi «meat guy» en Econo de los Caobos en Ponce, una posta de dos pulgadas de espesor con bastante «mármol». Para que me saliera más económica le pedí que le dejara un poco de hueso.

El experimento comenzó sometiendo a la carne por 48 horas en el refrigerador en una salmuera seca.

Tras sacado del refrigerador para que se ambientara, terminé de sazonar la carne con un poco de aceite de oliva y pimienta. Luego la puse en el asador preparado para cocción indirecta. En esta ocasión utilicé un termómetro para saber cómo iba la temperatura interior de la carne durante la cocción.

Cuando la temperatura interna de la carne alcanzó los 125 grados Fahrenheit, poco menos de dos horas más tarde, moví la pieza sobre la brasa para sellarla. Por eso el método se llama sellado al reverso o sellado inverso.

Allí sobre el infierno de Bayamanaco, la dejé como 12 minutos (recuerden que era de 2″) volteándolo cada tres hasta que llegó a los 135 f.

Finalmente, mientras la carne reposaba por unos 20 minutos fuera de la parrilla, puse a fuego indirecto unos pimientos (mini) y unas cebollas que utilicé para acompañar las carnes.

Finalmente, cortadas en tiritas y acompañadas con los aromáticos, usamos unas plantillas de trigo para comerlas acompañadas por una cavita rosada.

Por supuesto, la carne que sobró, será para sándwiches durante la semana… !BUEN PROVECHO!

California steak… @Hipstamatic


Atún grillado, entreteniéndome en domingo de pandemia…


Por los pasado seies meses de encerramiento voluntario, el ancestral arte de cocinar con fuego se tornó en mi principal forma de entretenimiento.

El planificar que voy a cocinar, encontrar los productos, preparar los mismos, encender el asador, son formas de mantener mi mente ocupada en estos tiempos que, por falta de concentración, ni leer puedo.

Es así que este domingo, mientras escuchaba «oldies»en Az Rock, le metí mano a unos trozos de atún que tenía en la nevera.

Tras mirar varias alternativas en la web, y cotejar que ingredientes tenía disponibles en la casa, decidí hacer una marinada de salsa de soja, aceite se ajonjolí, ajos, jugo de limas y orégano del patio.

Preparada la marinada, sumergí los «steaks» de atún en ese sumo por poco más de una hora, Mientras fui prendiendo preparando la barbacoa (Weber Smokey Joe) para cocinar estilo hibachi.

Pasada la hora de marinado, removí el pescado del marinado y los puse sobre un «rack» para que drenara el exceso de líquido. La marinera restante la guardé en la nevera.

Con el carbón totalmente encendido, es decir cuando todas las briquetas estaban cubiertas de ceniza blanca, puse las piezas sobre la parrilla a fuego directo por unos 4 minutos por cada lado. Este tiempo puede variar de acuerdo al punto de cocción deseado, en este caso un poco por encima de medio.

Para acompañar el atún, herví unas papas cortadas en cuartos, y las sofreí en aceite de oliva y la marinada que guardé.

El resultado fue un jugoso y tierno trozo de atún cubierto de una corteza caramelizada de la soja que le fue de maravilla a las papas y a un aguacate que, por casualidad, me trajo mientras cocinaba Don Julio, mi vecino.

Por supuesto, con el calor que todavía experimentamos, sabrán que le di «pa’ bajo» con una friíta…

¡BUEN PROVECHO!

Tomahawk steak: crónica visual #BBQ


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