
Una vez prendido el «barbi», lo más inteligente es maximizar «su valor añadido».
Así que terminadas las alitas «no fritas» que preparamos para el almuerzo, tiramos sobre las brasas un «rib eye» con hueso y sazonado solo con sal gruesa hasta llevarlo a «medium rear».
Pero, para no servirlo como siempre, cortamos unas lascas o fetas (en contra de la fibra). Las pusimos sobre nachos con salsa, queso y aceitunas.
Unos minutos en el horno hasta que el queso se derrita, y listo.
Nachos a otro nivel para «chiliarnos» sábado en la noche.
¡Buen provecho!