

“Bregándole” a pollo trozado y asado a la criolla.
Salmuera húmeda en sal por 24 horas y luego salmuera de hierbas y especias seca por otras 24.
Finalmente una hora y media en 300° de fuego indirecto al barbi
💪🏽




¡BUEN PROVECHO!







Como valor añadido al asado de este fin de semana, con la carne que nos sobró preparamos un pastelón.



¡BUEN PROVECHO!
Una de las ventajas de la barbacoa es que regularmente genera “by products” o valores añadidos que pueden ser base para otras delicias.

Recién, al utilizar una bandeja para evitar que el asador se ensuciara m’as de lo inevitable terminé con varias onzas del concentrado y potente líquido percolado de la carne. Recogí gran parte de ese líquido, que incluye tanto grasas como jugos del pollo, para utilizarlo en algún arroz.

Sin embargo, siempre quedó parte de la maravillosa sustancia en la bandeja de asar. Así que corté unos pedacitos de pan rústico y los coloque en la bandeja para que absorbieran el elixir restante.

Luego, coloqué los pedazos de pan sobre un sartén de hierro precalentado hasta secar y dorar el pan.

El resultado fue una tostada coronada con el maravilloso sabor de las grasas y los jugos del asado que complementó de maravilla la carne de pollo.

Realmente la tostada se transformó en una especie de pan confitado que me puedo imaginar como un montadito con pedacitos del pollo y algún aromático.

Sabroso pero les advierto que “demanda cerveza”. ¡Buen provecho!
Si algo está claro es que, en mi mundo, cuando hago pollo a fuego lento en el «barbi», el valor añadido lo atesora el interior del ave.
Regularmente, al comprar un pollo fresco, en su interior viene las víceras del pollo. En algunos lugares de Puerto Rico a esos órganos, entre los que se incluye el corazón, la molleja, el cuello y el hígado. le llaman «las asaduras».
Aun cuando se usan para consomé o arroz, yo las sazono con el ave a la que divido por la mitad y le remuevo el espinazo para facilitar cocción.
Al poner las dos mitades de pollo en el «barbi», coloco el espinazo y las asaduras en algún lugar cercano a las brasas.
Si bien el pollo se toma una hora y media o dos para llegar a los 165 grados recomendados para que sea seguro, el espinazo y las asaduras están listas en unos 45 minutos.
Como dicen los PitBoys, estas asaduras y el espinazo son «good eat», y por supuesto, comérselas es «pit-master privilege».
En mi caso, con una Medalla pa’ que no me dañe el hambre… Buen Provecho