El “osso buco”, conocido como jarrete, o codillo, es un sabroso corte del cerdo. Cocido a fuego lento en cacerola, la grasa, y las gelatinas de los tendones es manjar de dioses.

Sin embargo, por aquello de practicar quemando leña y pagar tributo a Bayamanaco, decidí asarlo en el barbi.

Tras marinarlo debajo del cuero por 48 horas en una bolsa de plástico con adobo tradicional, sequé el cuero del osso buco y lo regrese al refrigerador descubierto sobre una parrilla por 24 horas.
Encendida la leña, se vuelve a secar el cuero y lo cubrí con aceite de oliva. luego lo puse en la barbacoa al mismo nivel de las llamas vivas.
Por una hora, y moviéndolo cada 10 minutos doré el cuero con las llamas vivas.
Dorada toda la pieza, y consumida la leña en brasas, tapé la barbacoa tratando de mantenerla en una temperatura de 350°. Pasado unos 90 minutos y con una temperatura interna de sobre 165°, lo serví con arroz y habichuelas.
Para mi sorpresa, la carne quedó tierna y jugosa.¡BUENO PROVECHO!!!!