Si bien la culinaria en torno a las brasas se distingue por niveles o capa de sabores que se complementan, no es menos cierto que a veces, más es menos. Igual hay veces que la simpleza es simplemente sabrosa.

En un cubilete, cubra con salsa se soja unas caderas de pollo. Tenga cuidado de que el nivel de la soja no cubra la piel del pollo. 24hr más tarde, saque el pollo y colóquelo sobre una rejilla para que drene el exceso de salsa. Igualmente con un papel toalla seque bien la piel.
Sobre brasas directas en el hibachi, coloque las caderas con la piel hacia abajo por unos minutos para dorarla. Luego se voltean y se cubre el barbi por unos 20 minutos, hasta que la temperatura interna supere los 165°f
El resultado fue un pollo sabroso en su simpleza, que lo mismo se puede comer tal cual, o complementar con su salsa de barbacoa preferida.

¡BUEN PROVECHO!