Recientemente descubrí que a una de mis nietas postizas, Lara Sofía, le gustaba el salmón.

Cómo estamos en cuarentena y no me atrevo visitar a nadie, decidí mostrarle mi amor preparando un salmón al “barbi”.

Para esto, tome un filete de pescado y lo corte en trozos de 2” más o menos. Lo puse por 18 horas en un cubilete cubierto con 3 porciones de azúcar negra y una de sal. Pasado el tiempo, saqué los filetes y lave con agua fría todo el azúcar y la sal que a este punto es una especie de sirope. Lo sequé con papel toalla y lo puse en una rejilla para que soltara cualquier humedad.

Asi, cuando el asador llegó a unos 175°f, puse las piezas. y las dejé tapadas por una hora.

Lo difícil fue mantener la temperatura entre 175 y 200°f.

Cuando el salmón alcanzó los 140°f internos, lo saqué y ll deje descansar por unos 45 min.

El resultado fue mixto, la textura y el ahumado excelente… pero quedó alto de sal. Asumo que para la próxima debo usar sal gruesa en vez de sal de mesa…

Espero que lo que sobró de sal se balanceé con el amor con que se preparó.
Ya les cuento.
Buen provecho.
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