Definitivamente, de las pocas cosas en que me entretengo durante el encierro pandémico voluntario es el cocinar. Sobre todo cocinar despacio.
En este caso unas chuletas anchas en salsa comercial de azúcar negra.
Todo comenzó unas 18 horas antes cuando puse dos chuletas anchas en una bolsa sellada con sal y jugo de manzana.
Al momento de cocinar, y pasadas las 18 horas, preparé el «barbi» para cocción lenta usando el método o modalidad de «serpiente«.
Encendido el asador, tras secar las chuletas con papel toalla y aplicarle un poco de aceite de oliva, las puse en la barbacoa tapada con las ventanillas abiertas.
Casi dos horas después, cuando la temperatura internas de las chuletas alcanzó los 150°f, las removí del barbi y reacomodé los carbones para cocción directa.
Puse las piezas sobre las brasas y las acaricié, usando una brocha, con salsa comercial para barbacoa con azúcar morena.
Volteando las piezas cada dos o tres minutos para evitar que se quemara la salsa, continué dorando y caramelizando la carne a fuego directo hasta que llegó a los 165°f internos.
El resultado de la salmuera de manzana, la lenta cocción, y la azúcar caramelizada de la salsa, fue una combinación de sabores y texturas realmente tierna y sabrosa que acompaño muy bien con ensalada de papa y maíz.

Buen provecho…
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