La lluviosa tarde de domingo me interpeló a encender el «barbi». En este caso el Smokey Joy de Weber.

La intención era usarlo «hibachi style» para preparar unos porterhouse finitos que llevaban 24 horas salándose en el refrigerador y que preparamos siguiendo las instrucciones del Alton Brown el de la TV.

Para acompañarlo decidí «freir» unas papitas también sobre las brasas.

Corté las papas en cuadritos y en un cubilete de metal las sazoné a gusto. en este caso, sal, pimienta, albahaca, una cabeza de ajo picada a la mitad y una generosa cantidad de aceite de oliva.

Tras 45 minutos directo sobre las brasas en el hibachi tapado con las ventanillas abiertas, las papas quedaron sabrosamente tiernas pero tostaditas por fuera. Mi único error fue no moverlas cada cierto tiempo para que se cocieran más parejo. Lección aprendida para la próxima.

Junto a una cerveza, estas papas y un pedazo de aguacate fueron suficiente complemento para que la carne perfectamente a punto medio fueran un almuerzo de domingo memorable.

¡Buen provecho!