Buscando cómo ampliar mi experiencia barbiquiuera, decidí tratar eso que llaman po-boy.

Por supuesto, este asado producto de las clases negras trabajadoras tiene múltiples variantes a lo ancho del sur estadounidense. Así que en este caso decidí tratar de imitar la tradición de Mississippi.

Comencé con un California Steak de poco menos de tres libras.

Lo ahumé, con madera de manzana usando el método de serpiente por unas dos horas en un Weber Smokey Joe con las ventanillas superiores cerradas un poco más de la mitad.

Pasadas las dos horas, la posta ya había generado corteza. La pase a un «Dutch Oven» de hierro, en este caso, de unas 12 pulgadas. Allí la condimenté con un sobre de aderezo italiano y uno de «gravy» de res. Luego la terminé con una cuarta de mantequilla y 8 pimientos pepperoncinis.

Entonces lo tape por dos horas en el dutch oven con 10 briskets debajo y 15 en la tapa.

El resultado fue una tierna posta que se desmorono al toque, con un fuerte sabor a carne y un trasunto del picante de los pepperoncinis.

Esperé que se enfriara lo suficiente para manejarse y desmenuce la pieza. Luego incorporé la carne a los jugos que quedaron en el dutch oven.

Para servirlo, lo mismo le bregó bien en sandwiches que sobre papas majadas… y por supuesto, la baje con dos friítas…

¡Buen provecho!