Siempre que preparo pull pork, parte de la diversión es buscar como servirlo. Así que como tenía plantillas para empanadillas, pues dos más dos suma cuatro: «empanadillas de pull pork it is».

En este caso tome el pull pork que tenía en la nevera, le añadí un poco más de salsa para barbacoas con base de guayaba y las empaqueté en la masa. Luego las freí en aceite vegetal, y listo.

El resultado, una sabrosa almohada frita rellena de la complegidad de sabores que caracteriza el pull pork estadounidense.

Estoy en record en torno a eso que llamaron «cocina fusión». Pero en este caso no sé si el término realmente aplica. Después de todo, tanto el pull pork como las empanadillas, nacieron de esa cocina de resistencia que desarrollaron los padres y madres africanas quienes se las inventaron para transformar las «brosas» que les dejaba el patrón en maravillosas expresiones gastronómicas cargadas de nutrición.

¡BUEN PROVECHO!

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