Con el calor que hace y el polvo del Sahara que cubre el Caribe, cocinar en el patio pierde parte de su encanto.

Así que busqué una alternativa para disfrutar de los chorizos parrilleros que encontré en rebaja.

Tras ablandar hirviendo unas rodajas de papas, corté los chorizos en ruedas y los sofreí en un salten (en este caso un wok asiático) con aceite de oliva.

Dorados los chorizos le añadí ajo, cebolla, le tire un poco de buen vinagre balsámico y continué salteando.

En este punto incorporé las papas hervidas, añadí un poco de agua, albaca y espinaca fresca. Luego de saltearlo todo, lo tapé para cocer las hojas.

Finalmente, tras unos segundos de salteado para asegurar que todo se integrara, lo terminé con rallado de queso palmesano…

¡BUENO PROVECHO!