Ante el ilegal confinamiento que por razones religiosas impuso el gobierno de Puerto Rico, este fin de la llamada Semana Santa, los mercados estaban cerrados así que hubo que sobrevivir con lo que había en la alacena.

Digo ilegal confinamiento pues se supone Puerto Rico, que es una colonia estadounidense, sea una jurisdicción secular.

Pero eso es harina de otro costal. Lo importante es que tenía una lata de garbanzos y suficientes ingredientes como para intentar hacer algo parecido a los «garbanzos fritos». Así fue que, con el perdón de los amigos españoles, terminé con una imitación de ese plato emblemático de la culinaria ibérica.

Chorizos polaco pues no había español en fetas, cebolla y ajo picados, tomate en trozos pues no tenía pasta, orégano fresco del patio, paprika, comino, sal y pimienta, todo sofreído en un salten de hierro con aceite de oliva.

Admito que tradicional no fue, pero les aseguro que estuvo sabroso servido con tostadas criollas y aceite de oliva. Solo falto un Rivera del Duero…

¡Buen provecho!