“Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos.
Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.”
Bertolt Brecht
Tras los devastadores terremotos en el sur, como tantos otros negocios La Manada Ribs vio su negocio desaparecer en un jamaquión de 30 seg. No porque su negocio sufriera daños en su infraestructura, sino porque con las edificaciones igualmente cayó el turismo de la región.
Ante esta situación, el maestro asador José Luccas, montó sus delicias ahumadas sobre ruedas y se fue, todos los fines de semanas, a visitar sus clientes quienes habitan en diversas partes del país.
Tras pasar por Cataño y Carolina, la ruta terminó en el estacionamiento de El Centro de convenciones de Coamo. Allí la sabrosa oferta ahumada de La Manada Ribs, complementó la variada oferta de cervezas, té, café y postres de Antasala Beer Garden.
De esta forma los coameños tuvieron la oportunidad de disfrutar las sabrosas carnes que el maestro Luccas presenta acompañadas con su maravillosa salsa de barbacoa con base de guayaba. Esa salsa es tan violenta que vale la pena perseguir a La Manada Ribs a cualquier parte de la isla en que se ubiqué.Parafraseando al inmortal Brecht, cuando viene a la pasión por compartir unas de las mejores, sino la mejor, barbacoa en el país, José Luccas es de los imprescindibles. No por lo buen asador que es, sino por lo extraordinario ser humano.
Si lo visita en Guayanilla, ya que Luccas regresa a su hogar, pase un tiempo con él y pregúntele sobre carbón, humo, fuego o barbacoa para que vea lo que es un hombre comprometido con su pasión, en este caso con la barbacoa.
¡Buen provecho!
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