Buscando alternativas de recetas en YouTube, encontré los que los estadounidenses llaman «beef stew«. Es decir masa de carnes cocidas en su propio jugos, acompañados de aromáticos y carbohidratos como papas y vegetales.

Una especie de carne guisá, pero «gringo style» en un «horno holandés» sobre brasas o carbón.

Inspirados en los videos, compré carne para guisar. Tuve la suerte de encontrarla «USDA CHOISE«, que tiende a ser más tierna.

Sazoné la misma con aceite saborizado con ají verde, le añadí un «rub» picantito para carnes comercial y le polvoreé féculas de maíz para que ayuden al sellado y a espesar el guiso.

Tras varias horas de maceración, calenté bien la olla de hierro y con aceite vegetal sellé la carne.

Le añadí los aromáticos típicos de la cocina francesa, el «miropoix«, y cocine hasta que soltaron su esencia.

En este punto le añadí caldo de res, y lo tapé por una hora a fuego mediano.

Pasado los 60 minutos, más o menos, le añadí papas y tapé nuevamente por 20 min. Hasta que las papas ablandaron.

Para terminar le incorporé maíz y habichuelas tiernas. Lo deje tapado 20 minutos más y listo

La complejidad de los sabores y las tiernas texturas, junto al trasunto picoso del aceite de ají verde y del «rub» resultó en una experiencia verdaderamente maravillosa.

Aunque tradicionalmente los guisos en Puerto Rico se sirven acompañados de arroz blanco, en este caso lo serví con pan frances y una cerveza que balancearon muy bien los fuertes sabores.

¡BUEN PROVECHO!