Abiendo experimentado con la salsa Swineapple de preparando costillas y chuletas anchas, decidí probarla con unas kielbasas que tenía en el refrigerador.

Para esto corté el embutido polaco en trozos y lo bañe con la salsa para que se fuera adhiriendo mientras encendía la barbacoa para cocción indirecta.

Una vez los carbones estaban totalmente encendidos, coloqué las salchichas al costado de las brasas para cocinarlas con el calor indirecto y el «barbi» tapado.

Unos 10 minutos más tarde, volteando las kielbasas cada 2 o 4 minutos, volví a aderezar las mismas con la salsa Swineapple. Cubrí la barbacoa por unos 4 o 5 minutos por cada lado para terminar la cocción.

Una vez caramelizada la salsa, con una textura casi de caramelo, serví las salchichas acompañadas con ensalada de papas.

Maravillosas con las cervezas y el whisky que disfrutaba esa noche junto a la doña y mi madre. Definitivamente un éxito.

¡BUEN PROVECHO!