Mientras buscaba alternativas para el almuerzo dominical, encontré «medio pernil», es decir media pierna de cerdo que no pesaba más de dos libras. Tamaño perfecto para la barbacoa dominical.

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No obstante, cansado del «pull pork», decidí cambiar la paleta y tratar de hacer lo que lo mexicanos llaman carnitas. Es decir, «pull pork» latino style.

Para preparar la posta, se le secó bien, se le añadió generosamente Tajín, un condimento comercial mejicano, el jugo de dos limones y dos naranjas. Todo se colocó en uan bolsa plástica sellable y se puso a marinar con una cabeza de ajo partida por la mitad por unas 12 horas.

Una hora antes de la cocción, se sacó el pernil de la marinada y nuevamente se secó con papel toalla, para luego volver a polvorizare otra capa de condimento Tajín.

Mientras tanto, con carbón bien encendido se calentó el horno holandés -dutch oven- y se le añadió una combinación de aceite de oliva regular y aceite saborizado con ají picante a gusto. Cuando se calentó el aceite se doro la pieza unos 4 o 5 minutos por cada lado.

En este punto se le añadió unas dos tazas de Coca Cola y se tapó. Se colocaron unos 10 carbones debajo del horno y unos 14 o 15 para lograr una temperatura de cocción sobre 300 grados.

Una hora más tarde, dependiendo del peso de la pieza, se removió la pierna del horno holandés, se ubicaron unos 30 carbones debajo de la olla y se dejó destapada para reducir el líquido une dos terceras partes.

Luego se volvió a incorporar la carne al líquido, que también se usó para bañar la posta varias veces durante la próxima hora en que se colocaron todos los carbones sobre la tapa del trasto para terminar de cocinarla.

Ablandada la carne, se desmenuzó o cortó en trozos pequeños y se sazonó añadiéndole del líquido producto de su cocción para darle más sabor .

Una ves alcanzada la textura deseada por la caramelización de la salsa, se sirve, en este caso en taquitos con tortillas de maíz, como Dios manda.

La carne resultante es fue una explosión de sabores en la que el agrio y la acidez de los limones y la naranja complementaron de maravilla el azúcar caramelizada de la Coca Cola. De más está decirle que estos taquitos demandan cerveza y, después de el tercerro, la siesta es asunto sine qua non»…

¡BUEN PROVECHO!!!