Una de las carnes que más disfruto es el «roast beef», y por años había tratado, sin éxito, varios métodos para prepararla.
Pues finalmente me animé a tratar de dominar esa posta en la barbacoa. Así que saqué mi viejo Weber, busqué algunas ideas en la Internet y le metí mano.
Primero sequé la posta de unas cuatro (4) libras con un papel toalla, le aplique un poco de aceite de oliva y la sazoné generosamente con un «rub» seco comercial para carne de res. La coloqué junto a unas ‘baby potatos» sobre una rejilla en un cubilete donde habían trozos de cebolla, zanahorias y celery.
Una vez encendidos el carbón y colocados para cocción indirecta coliqué la bandeja al extremo contrato al fuego y añadí agua hasta cubrir los vegetales. Luego coloqué la posta sobre el fuego para sellarla.
Terminado el sellado (1 min. por cada lado), coloque la carne nuevamente sobre la rejilla del cubilete, añadí pedazos de madrera de árbol de manzana y tapé el asador dejando las ventanillas totalmente abiertas.
Unos 45 minutos más tardes, la temperatura al interior de la pieza alcanzó los 115 grados Fahrenheit, por lo que le cerré a dos terceras parte (2/3) las ventanillas superiores al «barbi» para continuar la cocción.
Otros 45 minutos mas tarde la cocción llego a 149 grados Fahrenheit, es decir se me pasó de los 140 grados que buscaba. Esas cosas pasan, aprenda a vivir con ellas.
Así, en vez de cubrir la carne en papel de aluminio como tenía planificado, decidí dejarla descansar a temperatura ambiente en lo que preparaba el «gravy».
Para esto rescate en una ollita (caldero pa los del norte) el líquido recogido en la bandeja, le añadí maicena y sal y lo deje espesar moviéndolo con la cuchara.
Finalmente corte la piesa por la mitad para encontrar que el termino estaba un poco por debajo del medio, lo que lo hace perfecto para mi.
Claro, para quién le gusta más cocido siempre se puede cocinar un poco más en el horno tras rebanarse. Luego se serve con el «gravy», y los vegetales. En este caso con un maíz que también se cocinó en la barbacoa mientras espesaba la salsa.
Lo bueno d estos cortes es que lo que sobra es maravilloso en sándwiches. En este caso entre pan rustico tostado de Baguettes de Puerto Rico, tomates, mayonesa y Horseradish .
¿Qué mas uno puede pedir?
Una «birra» pa bajarlo’… ¡BUEN PROVECHO!
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