Publicado en EL Periódico La Perla del Sur:
¡Qué clase de sopa, la de “las Nildas”!
POR GARY GUTIÉRREZ



Antes de comenzar, hay que dejar claro que en Ponce el referente de lo que debe ser una buena sopa de calabaza es la crema que sirve Wilda Rodríguez en La Verdadera Casa de las Tías.
Un espeso puré saborizado con fuertes especias servido no muy caliente que reconforta como un masaje al paladar y al espíritu solo comparable a la legendaria sopa de calabaza servida en Jaffa Caffe, el restaurante de culto en el bajo Manhattan.
No obstante, respondiendo al llamado del Periódico La Perla de Sur y estando claras del nivel de la mencionada crema de calabaza en La Verdadera Casa de Las Tías, las propietarias de la Farmacia El Tuque, Nilda Banchs Sandoval y Nilda Ghigliotty Velázquez, decidieron que su sopa de calabaza merecía ser compartida con los lectores de este rotativo.
No podía ser una decisión más acertada. ¡Qué clase de sopa, la de “las Nildas”! Tan sabrosa y hogareña que encantaría a la propia Mafalda, aquella despierta y extrovertida niña, producto del genial Quino, para quien las sopas debieran ser prohibidas por ley.
Aun cuando las dos “Nildas” son consagradas “foodies”, cuyo placer cuando no están sirviendo en la comunidad El Tuque, es viajar en busca de experiencias culinarias, la que cocina es Banchs Sandoval, mientras Ghigliotty Velázquez -que es sumiller (del francés sommelier) certificada- por supuesto tiene la tediosa tarea de aprobar lo preparado.Sobre la receta de sopa de calabaza, Banchs Sandoval explica que la misma viene de las alturas de Lares y encontrar su origen requiere casi un grado en genealogía, ya que la misma llegó a su cocina hace más de dos décadas gracias a su hermana Patricia, quien la recibió de su amiga Abby, que a su vez la recibió de su abuela cuyo nombre se perdió en el proceso.
Así que con las debidas excusas, Banchs Sandoval quiere dejar claro que el crédito por esta maravilla culinaria es para la abuela de Abby allá en Lares.
A diferencia de la “cálida” crema de Titi Wilda, que es muy nórdica y perfecta para reconfortar en días de lluvia, la sopa de la abuela de Abby es una muy criolla que despliega lo mejor de la paleta de sabores boricua.
En una olla o caldero grande, dependiendo si es ponceño, usted sofríe 1¾lb de calabaza junto a 1lb de yautía amarilla, 1lb de apio y ½lb de zanahorias en 4cdas de mantequilla. Todas estas viandas peladas, cortadas en cuadritos y debidamente enjuagadas.
Luego las cubre con caldo de pollo, añade varias hojas de laurel y hierve a fuego alto. Cuando las viandas (verduras pa’ los del norte) estén tiernas a parte del fuego y con una licuadora de mano majé las viandas hasta que no queden trozos reconocibles.
Ahora es que la cosa se pone violenta, como dicen los deportistas. A ese licuado se le añade 1/2tza de crema -“heavy cream”- y 1/4cdta de pimienta blanca.
Este delicado puré se sirve ornamentado con cilantro picadito y según Ghigliotty Velázquez, va de maravilla con un cava o un albariño bien frío.
Con una base de sabores sumamente puertorriqueña, esta sopa de calabaza es una excelente alternativa como primer curso en una cena formal. De igual forma debe ir de maravilla como acompañante de la cena de Acción de Gracias, pues complementaría perfectamente los platos relacionados con esa festividad estadounidense.
Pero para lo que no tiene precio esta sopa es para una cena íntima, con buena compañía, vino blanco y las bendiciones de Dionisio.
En fin, que ahora parece que es difícil hablar de “la mejor” sopa de calabaza en Ponce. Así que en algún momento es necesario convocar a un “throw down” tipo “WWE” entre Wilda y Nilda para dirimir este título mundial.
Conociendo a Toño Martorell, a Tuto Giménez, a David Talavera y a Johnny Pérez Reilly, entre otros, de seguro que voluntarios para jueces no faltarán.
El reto está en la mesa, buen provecho.
Si desea, como Nilda, compartir su receta con los lectores del periódico La Perla del Sur, comuníquese al 787-842-5866.
13 de agosto de 2014
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