Comunican cultura con 140 caracteres

Por Gary Gutiérrez

In my mind and in my car, 

we can’t rewind we’ve gone too far. 

Pictures came and broke your heart,

put the blame on VTR.

You are a radio star.

Video killed the radio star.

Bruce Woolley

Solo el tiempo dirá si la pasada edición del programa “Casa Pueblo para el Mundo”, que produce y mantiene Arturo Massol Deyá en Radio Casa Pueblo de Adjuntas, no encarnará el mismo espíritu profético que el éxito “Video Killed the Radio Star” de Bruce Woolley. La canción, popularizada en la década del 1980 por el grupo británico The Buggles, hablaba sobre cómo la masificación de una nueva tecnología -el vídeo- cambiaba la forma en que la humanidad distribuía y consumía sus productos culturales.

¿Por qué la comparación? Sencillo.

La pasada semana, Massol Deyá reunió en el acogedor Pueblo del Gigante Dormido a un grupo de mujeres que son participes de una nueva forma de distribuir y comunicar cultura, al utilizar la tecnología de Twitter para compartir su cotidianidad, sus miedos, sus alegrías y sus frustraciones.

Estas “Divas”, como las bautizó Massol Deyá, recurren diariamente a esa red social, lo mismo para compartir recetas y chistes, como para exigir su espacio en la discusión pública, pedirle cuentas a los llamados líderes y, sobre todo, gritarle al mundo que existen y que tienen que ser tomadas en cuenta cuando de tomar decisiones se trata.

Es partiendo de lo anterior y con la intención de promover la discusión en torno a la importancia que esta tecnología tiene para las comunidades, que Massol Deyá decidió juntar un grupo de influyentes tuiteras boricuas que incluyó a Johanna Rosaly, la profesora Vivien Mattei y a la abogada Sonia Vázquez.El “junte” además incluyó a dos mujeres que solo existen como alteregos en el universo tuitero: La Titánica y Jacinta Marín.

Esta última es un personaje, una “doñita” boricua que tras la muerte de su marido Agapito se liberó y decidió “sacar pa’ fuera” todo lo que reprimió durante sus años de esposa sumisa.

Mas como ya no tiene inhibiciones, las canta como las ve y pone en su sitio a quien lo amerite, sin importar lo “honorable”que se haga, ni el cargo público que ocupe.

Parte de la conversación entre Massol Deyá y las “divas tuiteras” giró en torno a la historia de la connotada actriz puertorriqueña, Johanna Rosaly, quien a sus 65 años de juventud -e impulsada por su hija- hace solo cinco meses ingresó al mundo de las redes sociales, como una forma de intercambiar ideas y compartir con amistades.

Rosaly explicó que por mucho tiempo se negó a participar de las redes, pues le parecía que en ella se exponía mucho la intimidad de la gente. A pesar de que reconoce ser una figura pública desde los nueve años, aseguró que siempre cuidó su vida privada y trató de mantenerla separada de su imagen pública.

Sin embargo, la llegada de Johanna al Twitter significó para muchos una reencarnación totalmente distinta a la imagen de celebridad vinculada a la farándula, las artes y hasta la banalidad.

De su cuenta en Twitter -@jrosaly0113- surge la Johanna que pocos conocían, una mujer fuerte, comprometida con la causa de la igualdad, la descolonización de su pueblo y la justicia social.

Sus mensajes diarios y su constante presencia tuiteando lo que pasó en la asamblea legislativa fue piedra angular para cambios en el estado legal de la comunidad LGBTT de la Isla.

La noche que los legisladores aprobaron el proyecto que garantiza igualdad laboral para esta comunidad, Johanna se amaneció tuiteando las incidencias, generando apoyo para la medida y, sobre todo, dejándole claro a los políticos que los seguían de cerca.

En este momento, Johanna abraza una nueva causa y convierte su presencia en Twitter en trinchera de lucha para lograr la excarcelación del preso político Oscar López Rivera.

Así Rosaly comenzó la campaña “Un tuit al día hasta que Oscar sea liberado” y todos los días le escribe a la cuenta de Twitter del presidente Barack Obama, recordándole que su nación mantiene preso por más de 30 años a un puertorriqueño cuyo delito es luchar por la independencia de su país.

Campañas como esta son las que dramatizan el poder del Twitter según una veterana tuitera conocida como @latitanica, mujer que prefiere usar un seudónimo, avatar o “alterego” tuitero para poder expresar lo que siente, sin el riesgo de repercusiones laborales.

“Por aquí yo les hablo al poder y a los políticos”, expresó @latitanica mientras explicaba que, a la larga, estos personajes no tienen otro remedio que escuchar o pagar el precio político.De igual forma la abogada Sonia Vázquez, quien tuitea bajo la cuenta @ordendivino, explicó que lo mismo pasa con los periodistas y medios de comunicación, quienes ahora se ven obligados a monitorear las redes y darle importancia a lo que en ellas se discute para no perder audiencia, pertinencia y credibilidad.

“Ya no son ellos -los medios- los que imponen la agenda. Si quieren hablar de lo que les conviene o de lo que les paguen para que hablen, nosotras seguimos hablando de lo que es importante para nosotras y ellos eventualmente nos siguen para evitar perder credibilidad”, explicó.

Por su parte, la profesora de comunicaciones de la Universidad Interamericana, Vivien Mattei, reafirmó la importancia de la red como herramienta de los y las excluidas o invisibles social y económicamente hablando.

Asimismo, apuntó lo crucial que las redes sociales pueden ser en procesos de luchas comunitarias como la que Casa Pueblo libró contra el propuesto gasoducto del norte.

En esa ocasión, recordó Mattei, las redes como Twitter fueron uno de los vehículos importantes para internacionalizar la lucha contra los intereses desarrollistas.

Como cuestión de hecho, fue gracias a estas herramientas que en gran medida se logró saturar con mensajes en contra del gasoducto las cuentas de correo electrónico de las agencias competentes en Estados Unidos.

Sin embargo, Mattei advirtió que no nos llamemos a engaño, pues todavía la brecha digital en Puerto Rico es considerable. Así que el país está lejos de desa-rrollar el potencial de comunicación social que tienen estos espacios virtuales.

Según el “sitio web” del Internet World Stats, la penetración del la autopista de la información en Puerto Rico no llega al 30 por ciento de la población, mientras en países como Estados Unidos y otros del norte global supera el 70 por ciento.

Mattei, quien tuitea bajo la cuenta @vmattei, apuntó a razones económicas, educativas y de infraestructura tecnológica para explicar este rezago.

Tras escuchar la conversación efectuada durante el programa de Massol Deyá, parece quedar claro que solo el futuro puede decir si el Twitte terminará con las celebridades noticiosas que hoy se abrogan la capacidad de timonear la opinión pública o si esta tecnología terminará afirmando el poder que esos pocos ejercen hoy día.

Pero de igual forma, ese Goliat -encarnado por los llamados poderosos- ahora se enfrenta a un David cuya honda no carga piedras. Carga 140 caracteres que son mucho más peligrosos para ellos.

26 de junio de 2013